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5 cosas que debes saber sobre el sacerdocio Católico.

1. El sacerdote encuentra su identidad en Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.

Los sacerdotes actúan in persona Christi capitis (“en la persona de Cristo cabeza”). Un sacerdote posee y está llamada a vivir los siguientes aspectos fundamentales de la propia identidad de Jesucristo: Hijo Amado del Padre Eterno, casto esposo de la Iglesia, Padre Espiritual, médico espiritual, y Buen Pastor.

 

2. Jesucristo, el único mediador entre Dios y el hombre, permite al sacerdote  participar en su mediación.

La palabra “mediador” proviene del término latino Mediare, que significa “interceder” y “estar en el medio.” Jesús nos dejó sacerdotes como ministros del nuevo pacto de Dios y, como dice San Pablo, “dispensadores” de sus misterios (1 Corintios 4: 1). A través de la persona de Cristo, ellos interceden por el pueblo de Dios, le enseñan, y, mediante la administración de los sacramentos, le ayudan a entrar en los misterios divinos.

 

3. Dios llama a los sacerdotes a ser sacrificio vivo, en unión con Jesucristo. 

Jesucristo no es sólo el Sumo y Eterno Sacerdote, es también el Eterno Sacrificio, el Cordero de Dios. Los sacerdotes están igualmente llamados a inmolarse por la gloria de Dios y al servicio de su pueblo. Hoy, Jesús habla a los sacerdotes  las mismas palabras que Él habló a sus primeros discípulos: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mateo 16:24).

 

4. Jesús anhela sacerdotes para irradiar sus virtudes, sobre todo su amor. 

Obediencia. Coraje. Paciencia. Perseverancia. Pureza. El celo. la Santidad. Nadie ha demostrado estas cualidades más que Jesucristo. Pero su mayor virtud era su amor, y Él llama a los sacerdotes a irradiar ese mismo amor a los demás. Jesús mira a los sacerdotes, los ama, y ​​desea que sus corazones sean transformados por el fuego de su Sagrado Corazón, que podrían transformar a otros con Su Amor.

 

5. Puesto que no hay límite a lo que Jesucristo puede hacer, un santo sacerdote verdaderamente transformado por Cristo puede cambiar el mundo.

“Quiero volver otra vez a este mundo… En mis sacerdotes. Quiero renovar el mundo al revelar a mí mismo a través de los sacerdotes. Quiero dar mi Iglesia un poderoso impulso en la que voy a derramar el Espíritu Santo sobre mis sacerdotes como un nuevo Pentecostés. La Iglesia y el mundo necesitan un nuevo Pentecostés, un Pentecostés sacerdotal, un Pentecostés interior “.- Jesús Ven. Concepción Cabrera de Armida

«Somos buenos sacerdotes, si buscamos al Señor en la oración: la oración de intercesión, la oración de adoración»

Papa Francisco 

Santa Marta, 11.01.2014

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